09 Abr 2025 Derecho de Israel a existir como un Estado soberano e independiente en el contexto del conflicto Israel-Palestina
El conflicto israelí-palestino ha estado en el ojo de la tormenta durante varias décadas, dejando consigo un sinfín de críticas, problemáticas internacionales y polémicas que no se terminan de resolver. Este tópico, en específico, en muy complejo de analizar y desarrollar desde una posición neutral y objetiva. Palestina y el estado de Israel se han visto involucrados en medio de un enorme conflicto regional que ha trascendido generaciones enteras. Millones de afectados y otro tanto de personas inmiscuidas en este tema, hacen que la problemática entre estos países, y el conflicto constante que existe en la región, sean cuestiones indispensables en el estudio de relaciones internacionales.
Principios del Derecho Internacional Público, resoluciones de organizaciones internacionales relevantes en este asunto y la propia historia de este territorio tienen mucho que decir con respecto a la soberanía israelí. Primeramente, hay que aclarar que Israel tiene el derecho y validación completa de ser un estado a partir del 14 de mayo de 1948. La fundación y existencia israelí se sustentan con base en todo un conjunto de normativas, hechos históricos, interpretaciones del Derecho Internacional y resoluciones de índole internacional.
El conjunto de la comunidad internacional ha dado desde hace más de 70 años el derecho y razón de Israel a existir. Al fin y al cabo, por más que haya un sinfín de problemáticas en esta región, nunca se debería discutir ni poner en juicio la legitimidad de Israel a existir, ya que este es un hecho consolidado en la historia y está ciertamente alejado de peticiones o protestas de estados como el palestino. Si bien estas reclamaciones pueden verse inmiscuidas en diversos caudales y enormes peticiones, la realidad es que la historia y el derecho han terminado por convalidar y reafirmar la autonomía, soberanía y autoridad de Israel a existir.
Muchos son los acontecimientos que complicaron la situación en Medio Oriente. El principal motivo por el que este conflicto continúa a lo largo de tanto tiempo es el hecho de que los países árabes de la región nunca terminaron de aceptar a Israel, declarándole una guerra absoluta desde el mismo día de su fundación. Si bien este reclamo suele ser masivo, no por ello es relevante o punible. Este tipo de peticiones o desacuerdos quedan en la nada misma al no poder verse respaldados en el derecho.
Entrando más en materia, son diversos los principios del Derecho Internacional que, al estudiarlos y analizarlos con detenimiento, se puede fundamentar y cimentar la existencia de Israel en un hecho más concreto y objetivo. Algunos de los ejemplos de estos principios son el de soberanía y autodeterminación de los pueblos e igualdad, entre otros. Finalmente, esta es una gran oportunidad de validar la soberanía israelí desde una rama del derecho muy fiable y necesaria en este tipo de problemáticas.
Otro aspecto que refuerza enormemente la fiabilidad y legalidad en la existencia de Israel está en la gran cantidad de resoluciones de organismos internacionales como son las Naciones Unidas que terminan elaborando una línea del tiempo completa y una validación absoluta al hecho de que Israel es legalmente un país regulado y reconocido por la comunidad internacional. Algunos ejemplos de estas resoluciones pueden ser: Res. 181: Plan de partición de Palestina (1947); Res 194: Palestina – Informe sobre el progreso de las gestiones del Mediador de las Naciones Unidas (1948); Res. 242 (1967); Res. 273: Admisión de Israel como Miembro de las Naciones Unidas (1949); Res. 338 (1973); entre otros.
Además, existe una serie de acuerdos de paz entre Israel y los países de la región que nos ayudan a valorar, desde otra perspectiva, la legitimidad de Israel. Este tipo de acuerdos son varios y respaldan la existencia de Israel como estado soberano e independiente. Algunos ejemplos llamativos de este punto son los conseguidos con Egipto en 1979, con Jordania en 1994, con Palestina en los acuerdos de Oslo que valieron desde 1993-2000 (hasta el comienzo de la segunda intifada) y, los más recientes, Acuerdos de Abraham en 2020. Esta serie de acuerdos crean una seguidilla de ejemplos prácticos en los que Israel ha sido reconocido hasta por los propios países que más lo rechazaban durante mucho tiempo.
Es un hecho que, a lo largo de la historia, se ha ido reconociendo y validado a Israel como nación desde diversos lugares y con la validación de la mayoría de las naciones del mundo, incluso de la propia región en ciertos aspectos. Ejemplos como los citados y la historia como respaldo demuestran que el hecho de la existencia de Israel es algo que no debe ponerse en tela de juicio, ya que se ha demostrado legal y válida muchas veces a lo largo de la historia y por diversos medios legales y democráticos.
Como conclusión, decir que, por más que pueda haber diferencias entre las partes y cuestiones sin resolver del problema, la legalidad y soberanía en la existencia de Israel no son cuestionables. El hecho de no estar de acuerdo con algo no válida la invasión y guerra constante que se ha dado durante casi ocho décadas. Si lo que se pretende es una paz duradera en la región, cualquier tipo de negociación y entendimiento debe partir desde el reconocimiento y validez de todas las partes, ya que de otro modo nunca se podría lograr una pacificación duradera del territorio. Israel existe y eso es un hecho consumado, claro y conciso, y son todos los países de la región quienes tienen que entenderlo, aceptarlo y seguir adelante. Ceder es la forma de avanzar y reconocer es el medio para perdurar.
Sergio Andrés García Schulczewski
Estudiante del doble grado en ADE y Relaciones Internacionales