La antigua alumna de Periodismo Beatriz Alonso regresó virtualmente a la Universidad Villanueva para compartir una reflexión profunda sobre los retos actuales del ejercicio periodístico y la responsabilidad ética de quienes trabajan informando a la sociedad. Su intervención invita a mirar la profesión con una conciencia renovada en un contexto marcado por la inmediatez, la polarización y el auge de las redes sociales.

En su mensaje, Alonso subraya la tensión constante entre la rapidez informativa y el rigor profesional: “Hoy somos más conscientes que nunca de que la velocidad no puede sustituir a la veracidad”, explica, aludiendo a las dinámicas digitales que impulsan el periodismo hacia la viralidad antes que hacia la profundidad.

Uno de los ejes de su intervención fue la ética informativa, un valor que —sostiene— debe permanecer como brújula en medio de la presión por generar impacto inmediato. La periodista alerta sobre los riesgos del sensacionalismo, la desinformación y la precariedad laboral, fenómenos que afectan directamente a la calidad del trabajo periodístico y a la confianza ciudadana en los medios.

También destacó el papel crucial de la formación universitaria en este nuevo contexto informativo. Para ella, el aula es el lugar donde se forjan no solo competencias técnicas, sino también principios que acompañarán al futuro periodista durante toda su trayectoria.
“La universidad no solo enseña a contar historias, sino a entender qué significan y qué consecuencias tienen”, señala.

La intervención de Beatriz Alonso ofrece una mirada realista y comprometida sobre los desafíos actuales de la profesión: la influencia de las redes sociales, la fragilidad del ecosistema informativo, la necesidad de periodistas con criterio propio y la responsabilidad social que implica contar la verdad en tiempos de ruido digital.

Su mensaje, cercano y honesto, constituye una invitación a los estudiantes a pensar el periodismo como un servicio público, una herramienta para fortalecer la democracia y un espacio donde la ética no es un añadido, sino un cimiento imprescindible.